lunes, 5 de octubre de 2009

Un empresa loca y presuntuosa...

Por decisión del P. Coindre, dejó definitivamente a su madre y a los suyos el 6 de octubre de 1818, por la tarde, en la fiesta de San Bruno.

La primera noche que pasó fuera del techo materno, fue para ella una noche de desolación y de angustia tales que, al fin de su vida, la Madre Fundadora hablaba todavía de ella, como de la noche más terrible que hubiera jamás conocido. «Me parecía, decía, haberme comprometido en una empresa loca y presuntuosa, que no tenía ninguna garantía de éxito, que, al contrario, todo hacía pensar que acabaría en la nada ».
En memoria de esta primera noche del 6 de octubre, se dio el nombre de San Bruno a la Srta. Jubeau, una de las primeras compañeras de la Srta. Thévenet. Ya alguna de ellas se había adelantado a la intrépida Fundadora en el humilde retiro de Pierres-Plantées y, si ella les habló de sus temores nocturnos de la víspera, fue sobre todo para hacer fracasar los engaños del maligno espíritu, burlándose de él y apoyándose en las palabras del que dijo: Buscad primero el Reino de los cielos y lo demás se os dará por añadidura.

La generosa lionesa no tuvo que arrepentirse jamás de su loca determinación. Y no es que la contradicción y los disgustos le faltaran desde sus primeros comienzos. Afuera, la pequeña comunidad no encontraba siempre la benevolencia; al contrario, las burlas de los transeúntes llegaban algunas veces hasta la violencia y el insulto. Era el sello de la Cruz, ¿cómo rehusar el dejarse marcar con él?

Cuando íbamos a Misa con las niñas, decía la Madre Funda­dora, los golfillo s nos apedreaban. Entonces el Padre Coindre nos decía por todo consuelo: «¡Es buena señal, hijas mías, es buena señal! »
Histoire
1896

martes, 8 de septiembre de 2009

Experiencia fundante

Los hechos que acabamos de narrar fueron los acontecimientos que dividieron la vida de esta joven para siempre, ya que fueron la ocasión de una experiencia de Dios que la convirtió en una mujer distinta.

El sufrimiento que Claudina experimentó, lejos de cerrarla en sí misma y de hundirla en el sinsentido, la abrió a una experiencia nueva de Dios que la llevó a entenderlo de otra manera, lo cual es posible pensar que requiera de un largo período de tiempo de asimilación y de sanación. Poco a poco y, muy probablemente, no sin librar fuertes luchas internas, Claudina fue descubriendo al Dios que se le revela, en el encuentro entre su experiencia y su realidad, como un Dios de bondad y perdón.

De hecho estas fueron las características principales del Dios en quien ella creyó y del que dio testimonio a lo largo de su vida.

Aquí se da la experiencia fundante como un acontecimiento que abre un proceso de relación. Lo que Claudina llegará a saber de Dios sólo será consecuencia de la íntima relación que establecerá con Él y que inicia a partir de esta experiencia.

¿Qué es la “experiencia fundante”?

Lo que llamamos experiencia fundante es una decisiva experiencia de Dios que orienta la existencia posterior en dirección de lo único y del Único, es un doble movimiento: don del Espíritu de llamado y orientación, por un lado, y de caminar buscando el Reino de Dios, por el otro. Esta experiencia de Dios se inscribe dentro de lo que se denomina experiencia religiosa en general, la cual pertenece a la condición humana, pues el ser humano posee la capacidad de apertura a la trascendencia.
La experiencia fundante se refiere a aquellos momentos determinados en que hemos sentido en nuestra propia existencia la presencia de Dios. Esta experiencia abre al ser humano a la percepción de sus contradicciones existenciales, de sus límites y, como resultado, la persona toma conciencia de su incapacidad de alcanzar, por sus propios medios, aquello que quiere ser, pues se da cuenta de que el ser de cada hombre y mujer sobrepasa infinitamente a la mujer y al hombre concretos, es decir, que hay un abismo entre las aspiraciones humanas y sus posibilidades reales. Quien advierte en su propia existencia este dinamismo interno que se estructura entre deseo y carencia, termina remitiéndose a Dios.

Lizbeth Vega Pasos rjm
Un acercamiento al carisma de Jesús María

jueves, 13 de agosto de 2009

Carta de Francisco Thévenet, 5 de enero de 1794.

Como la anterior, esta carta es una conmovedora despedida, en la cual Francisco no olvida a nadie; también él alude «a mi querida y buena hermana y tan sensible Glady», a la cual dedica un párrafo más largo.

Francisco acentúa más que el hermano el aspecto religioso; quizá por esto Luis se cree en el deber de añadir al pie de la carta de su hermano menor: «El contenido de la carta de mi hermano menor, es también la expresión de mis sentimientos».

Reproducimos el texto de la carta con los errores gramaticales, y añadimos al pie de página algunas notas explicativas.

"A las 7 de la mañana.

Antes de comparecer delante de Dios, quiero cumplir con mi deber. Adiós, madre mía, adiós, padre mío, para siempre, adiós. Necesitáis de toda vuestra religión para sobrellevar con ánimo la muerte de dos de vuestros hijos, a quienes habéis prodigado, hasta d presente, todos vuestros cuidados maternales y paternal.1

Adiós, querida y buena hermana y tan sensible Glady. A ti, queridísima hermana, toca cumplir la dolorosa tarea de consolar a nuestra madre. Comprendo que va a ser para ella nuestra muerte un golpe terrible. Nuestra excelente madre, consuélala. Sí, querida hermana, dile que tiene todavía una familia de cinco hijos para los cuales se ha de conservar.2

¡Pero! seremos más dichosos que vosotros. Dentro de 4 ó 5 horas estaremos en la presencia de Dios, de nuestro buen padre. Dile que su hijo antes de morir, abjura todos los errores; sí, siento que la religión es una gran fuerza4 pues me hace mirar la muerte con indiferencia y serenidad.
Adiós, Luis, adiós, mi buen hermano, camina siempre por el sendero de 5 la virtud y del honor y recibirás la recompensa….6 Piensa que eres tú el llamado a ser algún día el sostén de nuestra digna madre.

Ponte pronto en condiciones de atender a nuestros 7 padres en los días de su vejez.

Adiós, Fany; adiós, Babet; adiós, Leonor, conozco vuestra sensibilidad, por ello os digo que busquéis vuestro consuelo en vuestra religión. Adiós, mis queridas pequeñas, nosotros, nosotros…8 nos encontraremos un día. Adiós, rogad a Dios por nosotros…

Adiós, otra vez, padre, madre, hermanas y hermano, tías, tío y primo y adiós a todos nuestros vecinos y amigos.
Vamos hacia el seno de Dios, este buen Padre a quien hemos ofendido mucho, pero de cuya misericordia todo lo esperamos.

Adiós, mi digno y respetable primo, adiós… Adiós a las dos pobres huérfanas Guyot, nuestras primas, adiós. 9 Dentro de 3 ó 4 horas vamos al suplicio e iremos con la firmeza del hombre que no tiene de qué avergonzarse.

Fco. Thenevet menor

1 Sigue un «nous» que no va con la frase precedente.
2 Sigue una tachadura.
3 Sigue una repetición tachada.
4 Aquí hay «da».
5 Tachadura.
6 Tachadura.
7 Sigue una corrección que parece decir: «nuestra familia y nuestros padres».
8 Repetición de una parte de la palabra que sigue.
9 De nuevo se repite una parte de la palabra que sigue.

Actualmente en el Archivo General JM Roma.

viernes, 31 de julio de 2009

31 de julio, prácticas de la Asociación


San Ignacio de Loyola
Aniversario de la Fundación de la Asociación del Sagrado Corazón

Justamente por eso fue nombrado su patrono juntamente con San Luis Gonzaga.

Estas fiestas se celebraban de un modo solemne y naturalmente con sermón sobre las virtudes.
Como en este día tuvo lugar la fundación de la Asociación se decidió celebrar cada año el aniversario con una Asamblea extraordinaria, que comenzaba con la oración al santo.
Es típicamente ignaciano en las conferencias de este día: la obediencia, la modestia, la humildad, el método de oración, además de citar a los santos de la Compañía y aludir a la muy frecuente fórmula: “A mayor gloria de Dios”.

Los cargos de servicio jerárquico duraban un año y comenzaban a ser ejercidos este día.
A este día también están reservadas las admisiones a la Asociación, entre otros como por ejemplo el de la Asunción, la Navidad, la Presentación, la Inmaculada Concepción, el día de San Juan Evangelista (protector de la Sociedad), etc.

Para esta fecha se destaca de manera particular la práctica anual del retiro de tres días que las asociadas solían practicar para renovarse en el espíritu de fervor que debía ser el característico de esta Asociación. En este retiro se debía hacer una revisión del año, se debía dedicar especialmente a la meditación, al silencio y a las santas lecturas.
Positio
Ignacio, San Ignacio de Loyola

jueves, 23 de julio de 2009

Carta de Luis Thévenet, 5 de enero de 1794.


16 Nivoso, año II de la República
a las 7 de la mañana.

“Padre, madre, hermanos, hermanas, primos, primas, amigos, amigas, adiós, adiós. Por última vez, adiós, mi buen padre, adiós, ha hecho usted todo lo que ha podido, nada ha conseguido; nuestra suerte estaba decidida, y mi mayor pena es la de llevar conmigo a la muerte a mi joven hermano. Sin mí sus pocos años le hubieran salvado. No hagan a nadie responsable de mi muerte, yo sólo soy el culpable, si lo soy. Modere su dolor, lo mismo que mi pobre madre. Oh, tú, que nos llevas en tu corazón como nos llevaste en tu seno, tú cuyo recuerdo me hace derramar lágrimas y hace vacilar algún momento esta firmeza que nos da nuestra inocencia. Buscad en la ayuda de Dios un consuelo en tan gran aflicción. Adiós, hermanas mías, adiós, oh, mi pobre hermana Glady, cómo te compadecemos todos pensando en tu exquisita sensibilidad; cuídate, te lo ruego, y por el cariño que me tienes. Adiós, Fanny; adiós, Luis, piensa que en adelante eres el único hijo, obra en consecuencia y piensa que has de ser el sostén de toda la familia. No creáis que me olvido de mis hermanas Babet y Leonor, afortunadamente están en Belley, preparadlas para comunicarles nuestra muerte. Adiós, queridas tías, y tú, mi digno y respetable primo, tú…1

Oh, no, son demasiado dolorosos todos estos sacrificios y mis lágrimas se escapan, no puedo contenerlas, adiós, espero que dentro de algún tiempo encontrarás una afectuosa esposa, a quien envío mi despedida y toda mi gratitud, y ella te ayudará a soportar el peso de la vida.

Adiós, mis queridas primas, pobres huérfanas.

Adiós, ciudadana B… Adiós, amigas mías, ciudadanas Billet, madre e hijas. Adiós a todos, mis amigos, mis parientes, a todos los que os interesáis por mí, yo soy menos desgraciado que vosotros. Adiós para siempre, consolaos, consolad a mi pobre familia. Acordaos alguna vez de nosotros. He hecho todo lo que he podido por mi hermano, yo 2 dos cartas a los Jueces, no sé si les habrán llegado. No nos quedan más que 4 horas de vida, vamos a tratar de emplearlas bien."

Thévenet primogénito Thévenet menor

1 En el original hay casi dos líneas de puntos.
2 la palabra que falta está borrada

Actualmente en el Archivo General JM Roma.

domingo, 19 de julio de 2009

La Revolución Francesa en Lyon II

EL PUNTO HISTÓRICO DE INFLEXIÓN

El 5 de enero, domingo, de 1794, poco después del mediodía, Claudina se dirigía a la prisión cuando se vio sorprendida por el cortejo que acompañaba a 43 condenados a muerte que eran llevados al suplicio. La sorpresa se convirtió en dolor inmenso cuando reconoció entre los condenados a sus dos hermanos. Reaccionando con fortaleza extraordinaria, logró acercarse a los jóvenes y recoger de ellos unas conmovedoras cartas de despedida. Al mismo tiempo oyó de sus labios estas palabras: «¡Animo Glady, perdona como nosotros perdonamos!» La Sierva de Dios no abandonó a sus hermanos; siguió con ellos el camino del suplicio; presenció el fusilamiento; vio caer sus cuerpos ensangrentados. Advirtió que se acercaban los soldados y cruelmente remataban a los supervivientes, sin que le fuese permitido aproximarse a los mutilados cadáveres.

Esta es la calle por la que siguió a sus hermanos hasta el lugar de la ejecución final.

El horror de estas escenas marcó para el resto de su vida la hasta entonces robusta constitución de la Sierva de Dios, con un temblor de cabeza y dificultades en su aparato respiratorio. A partir de este momento Claudina renunció para siempre a formar un hogar y ya no pensó más que en Dios y en las almas. La Iglesia perseguida organizaba su culto clandestino, y Claudina, que ardía en celo por la gloria de Dios, hizo cuanto pudo y le permitieron las circunstancias.

Del período inmediato posterior a la muerte de sus hermanos, faltan detalles; parece que tomó parte en las «misiones de Linsolas», colaborando según sus posibilidades en las obras de apostolado organizadas clandestinamente desde que terminó el asedio, como lo hizo luego cuando se inició la libertad de cultos.

POSITIO

domingo, 12 de julio de 2009

Mientras tanto...


el 26 de febrero de 1787 André Coindre nace en Lyon.

Su padre se llamaba Vicente y su madre Marta María. Es el mayor de cuatro hermanos, Marta María, Juana María y Francisco Vicente.

Fue bautizado en 1793 en la Iglesia de Saint-Nizier por el Abate Antonio José Lernoix, quien 5 años más tarde sería víctima de la revolución. Allí también celebró su primera misa.
André Coindre contaba 6 años de edad cuando estalló en Francia la revolución. Desde niño demostró ser intrépido, característica que sería nota dominante en su vida.

Fue su madre quien le enseñó a rezar así como las nociones del catecismo. Una vigilancia esmerada por parte de su familia supo preservarlo de los escollos que pululan en las grandes urbes y hacen naufragar la inocencia. La semilla de una educación tan netamente cristiana, no caería en tierra estéril.

Andrés Coindre tendrá 13 años menos que la Srta. Claudine Thévenet junto a quien en 1818 fundará la Congregación de la que Claudina unirá a su título de fundadora el de superiora general, cargo que asumirá hasta su muerte en 1837.

viernes, 10 de julio de 2009

La Revolución Francesa en Lyon I

La Revolución francesa, desde sus comienzos, tuvo particular gravedad en Lyon. En 1793 Filiberto Thévenet decidió sacar de la ciudad a los cuatro hijos menores y llevarlos a casa de su hermana, en Beley,, ciudad más tranquila; pero los acontecimientos se precipitaron y no pudo regresar a Lyon hasta después de terminado el asedio, en donde habían quedado María Antonieta con los tres hijos mayores: Luis, Claudina y Francisco.

Los dos hermanos de Claudina habían empuñado las armas bajo las órdenes del general Précy, contra los jacobinos, en defensa de la ciudad. Verdaderamente trágica y angustiosa fue la noche del 24 al 25 de agosto, pero los hermanos de Claudina se salvaron incólumes.

El 9 de octubre las tropas del general Doppet entraron en la ciudad y los «convencionales» prepararon su venganza que fue más sangrienta que el asedio. Los hermanos de Claudina fueron encarcelados. La misma suerte le tocó el 23 de noviembre a Luis Guyot, su tío materno, aunque no había tenido ninguna participación en la lucha. Cuando la familia supo el encarcelamiento, hizo todo lo posible para aliviar su situación y procurarles la libertad.

Claudina, de 19 años, comenzó a poner en práctica una serie de arriesgadas obras de caridad visitando a los encarcelados, proporcionándoles alimentos, vestidos y todos los consuelos a su alcance, sirviéndose para ello de los más variados medios y disfraces. En ocasiones tuvo que soportar soeces burlas.

Luis Guyot fue ejecutado el 21 de diciembre de 1793. Claudina continuó prodigando los consuelos posibles a sus padres y a los encarcelados, especialmente a sus hermanos y a los sacerdotes que estaban con ellos y recibieron su última confesión.

POSITIO

domingo, 5 de julio de 2009

Visita de M. Ángeles a PAKISTÁN, feb 09

Para los que todavía no están al tanto, en el año 2007, y como resultado del último Capítulo General de las RJM. la Superiora Genral y el nuevo Consejo ha quedado conformado así:

Superiora General: Hna. Ángeles Aliño RJM (Aragón)
Consejeras Generales: Hna. Françoise Barras RJM (Canadá Montreal)
Hna. Carmen Aymar RJM (Aragón)
Hna. Mónica Joseph RJM (Pune)
Hna. Lizbeth Vega RJM (México)


Como testimonio de la visita a Pakistán escribe Madre Mónica a las Comunidades del mundo:
13 de febrero al 12 de marzo de 2009.
"Me gustaría compartir mis reflexiones y algunos momentos entre muchos otros que se me han quedado grabados en la retina y en los rincones más hondos de mi corazón. Para nosotros, orientales, las experiencias son lo que conservamos como don precioso en nosotros. Lo que nos habita, nos acerca a nuestro ser interior y nos sostiene en el camino de la vida. Así que voy a compartir con vosotras en un estilo narrativo mi primer encuentro con Pakistán.
Estar en Pakistán durante un mes ha sido una fuerte experiencia de vida, de trabajo y de cultura de Jesús-María. Como soy india, cruzar la frontera y estar con nuestras hermanas es una experiencia aún más profunda. Por lo que soy, quiero comunicar no sólo la información, sino ofrecer en cierto modo una apreciación de la vida de nuestras
hermanas en un país islámico.

En Urdu, la lengua nacional, como también en lengua persa, la palabra Pakistán, (en Urdu) significa « Tierra de la pureza ». La república islámica de Pakistán fue en otro tiempo el territorio de la antigua civilización del Valle del Indo. La llamada a la oración es en todas partes absolutamente evidente. Los altavoces no dejan nunca de convocar a la oración cinco veces al día.

Desde nuestra llegada, en todas partes nos han rodeado de una acogida cálida, llena de afecto, de interés y de hospitalidad pakistaní, especialmente por parte de nuestras religiosas. Estoy muy agradecida por el profundo afecto que también hemos percibido por parte del personal, de los padres, de los alumnos, de los antiguos alumnos, de los sacerdotes, de los obispos y de los miembros de la Asociación FJM.

En medio de este círculo de amor y de alegría, en el convento y en nuestras instituciones, se percibe, sin embargo, la incertidumbre de un pueblo que vive en la inseguridad. Frecuentemente estallan bombas, y cada día, como el pan cotidiano, nuestras hermanas oyen hablar de violencia, pero lo viven con toda sencillez. Desde el comienzo, nuestra admiración y nuestro aprecio por la noble presencia y la influencia de nuestras religiosas no ha cesado de aumentar.

Ved esta imagen de los dos chowkidars (guardias de seguridad). Lo particular aquí es que están en la escuela y en la comunidad, 24 horas al día, 7 días a la semana, día y noche. No hay tregua en este tipo de vigilancia. Son muy amables, pero mantienen el dedo en el gatillo; saludan amablemente, pero en seguida sus ojos os dejan y observan todo alrededor. Cuando me informé, me dijeron que las autoridades locales habían aconsejado tener este tipo de seguridad. He visto a los niños entrar alegremente en el terreno del colegio y automáticamente saludar a los dos chowkidars a veces con una sonrisa desdentada. Pero me pregunto qué efecto puede tener esto a largo plazo en el espíritu de niños de 4 años. Sin embargo la inseguridad es tal que estos vigilantes dan cierta apariencia de seguridad.
En Murree es donde encontré por primera vez a los guardias de seguridad. Una mañana, me gustaba ofrecerme la fiesta de contemplar las impresionantes y sacrosantas montañas del Himalaya – escuchar y observar a los raros pájaros gorjeantes y multicolores, y beber el aire de la montaña, tan tonificante y vivificante. Así que me senté cómodamente para la oración. Apenas había pasado unos minutos saboreando la atmósfera y sintiéndome llena del amor del Señor en toda su majestad y belleza. Me volví para seguir a un pequeño pajarillo, y vi que allí estaba un hombre con un fusil vigilándome… Pero, ¿por qué? Él no me respondía y no se iba, y pensé que era mejor irme para encontrar seguridad entre las cuatro paredes de la capilla con mi SEÑOR que tener a ese señor observándome en la oración…!
Es la vida cotidiana y la inseguridad. ¡Qué suerte tenemos de disfrutar de la libertad sentándonos en cualquier lugar libremente y con total seguridad!

Otra cosa me causó impacto: casi no se ven mujeres por la calle. Entonces, ¿dónde han ido todas las mujeres? Las pocas que encontramos estaban cubiertas; apenas se les veía nada más que los ojos. En India me sentía limitada a causa del régimen patriarcal y de la opresión, pero al ver este tipo de reclusión he tomado conciencia de que era afortunada… Todo es relativo y depende de la perspectiva.

En Karachi tenemos dos tipos de escuelas en inglés: una que sigue el programa de Inglaterra y otra que sigue el programa de Pakistán. Nuestras hermanas tienen que acudir a 3 lugares para enseñar. Uno de los edificios está bastante lejos, pero para llegar a los otros se puede ir caminando; sin embargo, por prudencia, hay que ir en automóvil. Se ha aconsejado a nuestras religiosas que no se desplacen a pie ni utilicen los transportes públicos, para su propia seguridad. Para distancias más largas viajan en autobuses de compañías privadas, como Daewoo. Así es la vida diaria. La tensión y la inseguridad son palpables en todas partes. He tomado conciencia de que me parecen normales tantas cosas de la vida ordinaria y mundana como tomar el autobús o caminar por la calle.

Islamabad, la capital, podría compararse con cualquier ciudad moderna. Está orgullosa de sus anchas calles y sus combinaciones paisajísticas; verdaderamente es una ciudad bien planificada. Nuestras hermanas nos llevaron a los lugares donde ejercen su trabajo pastoral. Nos mostraron un bonito muro blanco. Detrás de esta fachada, ocultas a los ojos de los visitantes, se encuentran centenares de pequeñas chozas de las que muchas son casas de la minoría cristiana. Muchos de los niños que viven allí vienen al colegio en el que trabajan nuestras hermanas. Se pueden entender las fronteras entre países, pero murallas construidas en el interior de las ciudades para ocultar la vergüenza y la suciedad, es difícil de comprender. ¿Cómo se ve a sí misma la gente que vive detrás de esos muros?

En los "bastis" (zonas pobres), se percibe un sentimiento de comunión y de amor. Cada grupo preparó un pequeño espectáculo impactante y significativo. Entre las personas maravillosas que hemos encontrado, destaca una, la niña que hacía el papel de Jesús. Aprendió de memoria largos pasajes, y hablaba con convicción y autoridad. Cuando me informé sobre ella, exaltando sus habilidades, ¡me dijeron que era analfabeta!!! ¡Qué memoria! ¡Qué espíritu tan penetrante! No podía impedir imaginarme cómo podría haber sido su fortuna si hubiera tenido la oportunidad de ir a la escuela; pero ésta es la condición de muchas chicas. El nivel de educación de las mujeres y de las niñas entre la población cristiana es enormemente bajo. Ahora, más que nunca, comprendo el valor de la educación de calidad que nuestras hermanas ofrecen a todos, pero especialmente a los cristianos en nuestros colegios.

Claudina pretendía una educación para todas las clases sociales. En Lahore y Sialkot los alumnos de las secciones inglesas y urdu estudian en el mismo campus, llevan el mismo uniforme y disfrutan de las mismas infraestructuras. Es difícil distinguir unos de otros. Los hermosos espectáculos que nos presentaron implicaban a niños de las dos secciones en el mismo escenario. Aunque la sociedad utiliza la discriminación, nuestras hermanas no lo hacen. Todas nos felicitamos.

En Lahore, la escuela para educación especial ofrece servicios muy profesionales y actualizados. La atmósfera y la atención son únicas y sugerentes. Todos se ocupan de los niños especiales y los cuidan, no sólo los profesores, sino también los otros niños del campus. Verdaderamente percibimos un clima de comunión a pesar de la diferencia de habilidades y posibilidades.
En Toba Tek Singh, el sistema Montessori es muy apreciado y produce mucho fruto.

Anima ver en todos los colegios, grandes o pequeños, el amor y la devoción a Claudina. Tanto para los alumnos como para el personal, independientemente de su religión, Claudina forma parte de la familia; todos la conocen. Rogamos para que los niños sean embajadores de paz y de perdón para la humanidad.

Además de nuestras propias instituciones, nuestras hermanas se ocupan de escuelas parroquiales en Islamabad y en Shadbagh. También allí el espíritu de Claudina se hace evidente entre los alumnos y el personal gracias a la inspiración recibida de las religiosas.

Las antiguas alumnas forman parte de nuestras instituciones; aman y aprecian mucho a nuestras religiosas, especialmente a causa de los valores que ellas les han inculcado. Muchas de nuestras antiguas alumnas dirigen ONGs para la promoción de las mujeres y de los niños, y otras muchas están implicadas en proyectos vinculados con los Derechos humanos. Una de las más conocidas es Asma Jehangir, Presidenta de la sección de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Pakistán. Es muy conocida como abogado, a menudo ha asumido la defensa de los oprimidos y de personas injustamente acusadas de haber violado la « ley islámica del blasfemo ». Es fruto de los esfuerzos de nuestras hermanas en este lugar durante 150 años.

Otro encuentro memorable fue el que tuvimos con un grupo de jóvenes de Karachi. Hablamos con ellos de sus esperanzas y de sus alegrías, y ellos compartieron su ansiedad frente a la búsqueda de un buen empleo, no sólo por la crisis económica sino por la discriminación. La ley estipula que el Presidente, el Primer Ministro y el Jefe del ejército deben ser musulmanes, y en todos los empleos del gobierno la posibilidad de promoción de los católicos es limitada. Estos jóvenes podrían fácilmente decidir adoptar la religión del Estado para lograr un futuro mejor. Y sin embargo ellos han hecho opción por Cristo. Estos jóvenes me han enseñado mucho sobre la profundidad del sacrificio que implica el verdadero seguimiento de Cristo.


El grupo de FJM de Karachi es vibrante y dinámico; comparten sobre la vida espiritual de JM, pero también están comprometidos en numerosos servicios de beneficencia para la promoción en la ciudad de Karachi. Comparten también un fuerte vínculo de familia con las religiosas del pasado y del presente.

En Mariakhel, hace sólo algunos años y después de muchas dificultades el Gobierno nos ha devuelto el colegio que había tomado en 1972. En Mariakhel, nos sorprendió encontrar una población totalmente católica, lo que es muy infrecuente en este país. Muchas mujeres, niños y hombres asisten a la Eucaristía diaria y participan en la liturgia con alegría. Se siente un espíritu de familia: todos conocen a todos. A través de la sencillez de vida, se perciben las vibraciones de Dios habitando en medio de su pueblo. Hemos sido felices de saber que esta ciudad puede gloriarse de haber dado muchas vocaciones que han surgido de allí no sólo para nuestra Congregación sino también para la Iglesia en general.

Damos gracias a Dios por las jóvenes vocaciones prometedoras que hemos encontrado en el Noviciado y como aspirantes en Sialkot. Hay 9 aspirantes, 4 postulantes, 2 novicias y 3 junioras. (En Pakistán) hay muy pocos recursos en personal y el instituto de espiritualidad, teología y formación. Sin embargo, hay muchachas jóvenes que quieren consagrar su vida a Dios.


Lo que nos ha impresionado en Toba Tek Singh y en Shadbagh son los catequistas en los pueblos. Nuestras hermanas han formado a los jóvenes para asumir la tarea de catequistas, y ellos lo hacen con empuje y dignidad. ¡Colaboración con los laicos!
Los sacerdotes jóvenes tienen mucho celo y están volcados en la misión. Sólo hay dos jesuitas en todo el país: uno viene de Sri Lanka y el otro de Australia.

Otra experiencia muy honda fue la visita al cementerio de Murree, donde están enterrados los restos de la M. St. Paul RJM (Julie Ferrand). Su madre, la viuda Ferrand (M. St. Borgia RJM), murió aplastada por la caída del muro de la Angélica, y fue una gran amiga de Claudina. Cuando yo rezaba sobre su tumba dejé vagar a mi imaginación por los días en que M. Paul RJM vivió en compañía y en la cercanía de Claudina. Seguramente ella correría jugando por los jardines de Fourvière bajo la protección maternal de Claudina. ¡Qué privilegio y qué gozo tener los restos mortales de una persona que pudo estar en contacto tan cercano al espíritu de nuestra Fundadora! Todavía se encuentran en nuestro convento de Murree algunos cuadros originales pintados por M. St-Paul.

Este mismo espíritu misionero presente desde el comienzo de la Congregación está aún vivo en las 6 misioneras que trabajan en esta provincia (4 irlandesas, 1 americana y 1 española), entregando su vida en otro país que han adoptado.

Otro momento muy impresionante para mí fue el reencuentro con mi primera directora, después de 30 años…, una irlandesa que ahora está frágil, pero entonces era una mujer de espíritu vivo y vigilante; encontré también a otras dos misioneras que me admitieron en el Colegio Jesús-María de Delhi. Cada una de ellas se informa con mucho interés sobre las hermanas « del otro lado de la frontera ».


Cuando la Partición (separación de la India y Pakistán), religiosas de Jesús-María de la misma familia quedaron separadas. Hemos sido felices de encontrar a algunas de estas religiosas indias que viven en Pakistán mientras que sus hermanas viven en India.
Estos tiernos sondeos de religiosas del otro lado de la frontera me han dejado un poso de nostalgia y dolor. ¿Qué pasaría si pudiéramos cruzar la frontera con más facilidad?

Otro momento memorable fue la visita a la famosa frontera ‘Wagah’ (entre India y Pakistán), un lugar que todo pakistaní y todo indio debería ver. La ceremonia de la bajada de la bandera, que tiene lugar cada día al ponerse el sol, se hace con pompa, elegancia, precisión y la más exacta perfección. Durante unos segundos, los dos «enemigos» se dan la mano y se saludan, y a continuación ambas banderas son arriadas y se cierran las barreras entre Pakistán y la India. La gente grita alternativamente de un lado y del otro: Hindustan zindabad (viva la India), y Pakistan zindabad (viva Pakistán)… y esto puede durar indefinidamente.


Estando a este lado de la frontera, me uní al coro que gritaba: ‘Pakistan zindabad’, ¡aún consciente de que mi nacionalidad estaba del otro lado!
Yo estaba sentada con nuestras hermanas pakistaníes y el pueblo de Pakistán, y mis hermanos indios estaban allí, a pocos metros de distancia. Nos saludamos mutuamente con alegría, extranjeros y sin embargo parientes por la cultura y la historia.

Hace sólo 61 años (lo que no es nada en la vida de una antigua civilización) que nos hemos convertido en dos países. Antes éramos un solo pueblo, compartiendo la misma herencia y la misma cultura.


Si se mira atentamente a los soldados, no hay diferencia, pero la distancia de un pie entre las dos barreras crea dos mundos separados. ¡Qué estrecha es la línea que marca mi país y mi juramento de fidelidad!

Era conmovedor estar del otro lado y ver a mi país más allá de la frontera, tan cerca y sin embargo tan lejos… Cuando los soldados desfilaban con sus fusiles, se ponían unos enfrente de otros, las gentes se saludaban más allá de las fronteras. ¡qué ironía!


El Urdu, lengua nacional, se parece mucho al Hindi. Yo podía comprenderlo y hablarlo. Sin embargo me resulta imposible leer las palabras escritas. Me pregunto si esta ley escrita es lo que separa a los pueblos.

Después de todo, en un momento de nuestra historia éramos un solo pueblo, un solo país.

La Hna. Ángeles plantó un pequeño roble plateado para conmemorar nuestra visita a Sialkot, la primera fundación en Pakistán. En medio de la violencia y de la tensión, no olvidamos poner un símbolo de paz, de ecología y del planeta verde. Además, nos han dicho que por 4º año consecutivo el convento de Sialkot ha recibido ¡el premio al mejor jardín!

Vale la pena subrayar que con 43 religiosas en 8 comunidades, 6341 niñas y 1058 niños reciben una educación J.M. gracias al servicio y dedicación de nuestras queridas hermanas.

MISIÓN APOSTÓLICA:
5 escuelas en los que la enseñanza es en inglés, y que siguen la programación del país
5 escuelas (2 parroquiales) en los que la enseñanza es en Urdu y que siguen la programación del país
2 escuelas en los que la enseñanza es el inglés y que siguen la programación de Inglaterra
1 colegio de post-Secundaria
1 colegio para educación especial

Rogamos para que la experiencia de fundación de nuestra amada Santa Claudina – perdón, paz y reconciliación – reine en esta rica y fértil tierra del querido Pakistán.
Oramos con las palabras de la Escritura: « Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados Hijos de Dios ».

Nos hemos marchado de Pakistán con un corazón lleno de amor, de admiración y de gratitud a nuestras hermanas que hacen conocer y amar a Jesús y a María en un país islámico a pesar de tantas dificultades."

Monica, R.J.M.
Sean por siempre alabados Jesús y María

miércoles, 1 de julio de 2009

Sacramentos para la santidad

San Nizier, Lyon

Casi podríamos decir que antes de la salida de la Abadía de San Pedro, Claudina tenía sembradas en su corazón las semillas que la harían santa.
El día siguiente al de su nacimiento, jueves santo, fue bautizada en la Parroquia de San Nizier, un lugar especial en la vida de Santa Claudina que comenzaría con el sacramento que le abría la puerta al cielo, que la configuraba desde ese momento con el mismo Cristo, que la hacía miembro de la Iglesia.

Fue en la puerta de San Nizier que años más tarde, las niñas refugiadas en el dintel de su puerta, serían la excusa de la que Dios se valdría para hacerle ver su Voluntad sobre su vida. Es en San Nizier que Claudina le reza a esa imagen de Nuestra Señora de la Gracia, emplazada en la nave sur.
El mismo emplazamiento de St. Nizier está cargado de historia religiosa. Va unido al recuerdo de los cuarenta y ocho primeros mártires de Lyon y de las Gallas, martirizados en el año 177, al del mismo San Nizier, enterrado allí en 573.

Podríamos decir que su destino ya estaba señalado… pero eso es solo una mirada de fe sobre la historia de su vida.

Los años de su infancia al cuidado de las benedictinas de San Pedro nos hablan del cuidado en la educación de su fe, de su vida de oración y con el cuidado con que su religiosa tutora la habrá conducido a su primera Eucaristía y a su Confirmación. La primera historia de la Congregación, basada en los testimonios de los contemporáneos, nos dice además, que Claudina "en los últimos años de su vida recordaba todavía los consejos de su prudente educadora y hablaba de ella con gratitud y veneración".

Nuestra Señora de la Gracia, San Nizier

Sabemos simplemente que las religiosas de San Pedro tenían una gran devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María y también a la Eucaristía, que cuidaban mucho el rezo de los salmos del Oficio. El corazón de Claudina quedó sin dudas marcado por todo eso.
Estamos seguros que cuando Claudina sale de la Abadía de San Pedro, en 1789, alrededor de 7años después que fue llevada por primera vez, el Señor ya la había preparado para lo que vendría: el perdón, la fortaleza, la valentía… y más tarde la misericordia, la fe profundizada cada día, la esperanza…

No se enfadaba nunca. Todos la amaban, especialmente por su bondad de corazón". Buena porque es muy querida; muy querida porque es muy buena. Familiarmente la llaman "la violeta", la humilde flor tan olorosa a la que se adivina antes de que se la vea.
Un santo no se improvisa, un santo se forma, se cuida, se piensa, se reza… Dios hace el resto.Claudina lo experimentó y hoy la Iglesia entera la venera.
Extractos de Documentos de Formación
Religiosas JM España

martes, 30 de junio de 2009

Vicisitudes hasta 1792

Abadía de San Pedro, hoy Museo de Bellas Artes

Claudina fue la segunda de los siete hijos del matrimonio Thévenet-Guyot: tres varones, Luis, Francisco y Juan Luis, y cuatro mujeres: Claudina, Elisabeth, Fanny y Leonor.

En 1783, cuando Claudina contaba nueve años, sus padres sufrieron pérdidas de fortuna y tuvieron que reducirse a vida más modesta.

Por esta época entró como pensionista en la Abadía de San Pedro de la Orden Benedictina. Aquí debió recibir el sacramento de la confirmación y por vez primera los de la penitencia y eucaristía, pero no se ha encontrado documento alguno a este respecto. Claudina permaneció pensionista en la Abadía hasta los quince años cuando, a causa de la Revolución, la comunidad tuvo que despedir a sus novicias y pensionistas.

POSITIO

domingo, 28 de junio de 2009

1. Nacimiento, patria y padres

Lyon aérea
La Sierva de Dios, Claudina Thévenet – llamada en religión María de San Ignacio - nació el 30 de marzo de 1774 en Lyon, Francia, de padres profundamente cristianos.
Al día siguiente, Jueves Santo, le fue administrado el bautismo en la Parroquia de S. Nizier, por el vicario J. Reynard, siéndole impuesto el nombre de Claudina. Firman el acta de bautismo: Antonio Burdet y Claudina Guyot, hermana de la madre, que fueron los padrinos; el padre Filiberto Thévenet, el abuelo materno Pedro Guyot de Pravieux, la viuda Steinman, hermana de la madre, el Sr. Chenavard, pariente de la familia Guyot, y el reverendo J. Reynard. Filiberto Thévenet, padre de la Sierva de Dios, natural de Seyssel-en-Bugey (Ain), nació el 21 de octubre de 1734. En fecha desconocida se trasladó a Lyon, donde entró a formar parte del negocio de seda de los Guyot de Pravieux. El 7 de agosto de 1770 contrajo matrimonio con María Antonieta, hija de Pedro Guyot de Pravieux, nacida en Lyon el 28 de marzo de 1746.
POSITIO

viernes, 26 de junio de 2009

¿Que mujeres quería formar? 3

Mujeres capaces de formar hogares felices

«Ante todo hagamos mujeres hacendosas, que sepan sacar partido de todo en una casa y sean la bendición de los hogares que formarán más tarde. Insistía de una manera especial en el remiendo de las medias... Se me apretaba el corazón, decía a este propósito la bondadosa Madre, cuando al visitar a los pobres en sus domicilios, encontraba montones de medias rotas y en putrefacción, amontonadas en cualquier rincón de su tugurio, porque no había allí una mujer que hubiera aprendido a remendar cuando era niña. Entonces decía entre mí: Si alguna vez tuviera que educar niñas, les enseñaría a cuidar sus cosas y a remendar a tiempo » (Positio, p. 578).

Estos tres aspectos aparecen claramente en las Constituciones de 1837: «El fin de esta Congregación es dar a las jóvenes una educación cristiana, según la posición social de cada una. Para esto, las Religiosas de Jesús-María tienen pensionados donde educan a las jóvenes pensionistas, a las que dan una educación esmerada religiosa, literaria, social y doméstica. En las casas de Providencia recogen a su elección a niñas pobres a las que dan una educación cristiana y un oficio que pueda permitirles subsistir honradamente en el mundo » (Positio, p. 378).

jueves, 25 de junio de 2009

¿Qué mujeres quería formar? 2

Mujeres capaces de ganarse la vida con un trabajo digno

Cuando Claudina Thévenet abre su primera Providencia, su mayor deseo es preparar a las niñas para la vida dándoles un oficio: el tejido de la seda, industria muy desarrollada en Lyon.

La historia nos dice que cuando se instalaron en Fourvière, «las habitaciones más grandes se designaron para los telares»; que «el primer cuidado de la Madre Fundadora fue ocuparse de la instalación de las jóvenes obreras en el nuevo y espacioso local que les había destinado y que llamaron con el nombre de Providencia»; que «la Madre San Javier fue la encargada de la dirección de este establecimiento y tenía bajo sus órdenes a un cierto número de Hermanas auxiliares capaces, de enseñar a las niñas el arte de manejar las largas madejas de seda y de cargar las ágiles lanzaderas y tender la preciosa trama sobre el telar. La casa gozaba ya en esta época de una reputación bien merecida, para la fabricación de los tejidos de seda... Era maravillosa la actividad y la animación de este pequeño pueblo...” Y más adelante: «La organización admirable de esta colmena de jóvenes trabajadoras llamaba la atención, a primera vista, de los visitantes de la Providencia... Cada niña tenía una tarea señalada para el día, terminada la cual, le quedaba a la obrerita más o menos tiempo para un trabajo suplementario según fuera más o menos hábil en su oficio...

Este suplemento era propiedad de la obrera y se le pagaba fielmente; todas estas pequeñas economías eran acumuladas y puestas a rédito por las buenas Madres del taller y servían para la futura dote cuando llegara el momento de elegir nuevo estado de vida» (Positio, pp. 554, 573, 579).

Pero todo esto no era suficiente para nuestra Madre: « A medida que llegaba la hora de ver alejarse a estas jóvenes, la Madre Fundadora interesaba a amigos y conocidos para colocarlas convenientemente como aprendizas, o al servicio de alguna familia cristiana” (Positio, p. 579).

miércoles, 24 de junio de 2009

¿Qué mujeres quería formar? 1

Mujeres de fe

Mujeres que conozcan el contenido de su fe: desde el principio de la Congregación, el estudio de la Religión tendrá lugar preferente en todos los establecimientos. « En los programas adoptados para la educación de las niñas, la Sra. Thévenet quería que la instrucción religiosa estuviera siempre en primer lugar» (Positio, p. 578). En las Constituciones y Reglas, edición de 1843, en la Aplicación explicativa de algunos puntos de las Constituciones, encontramos ese mismo espíritu: « El fin de las Religiosas de Jesús-María es formar buenas cristianas; para ello inspirarán a sus alumnas, lo más posible, el amor a las virtudes sólidas; para lo cual el estudio de la Religión, que es su fundamento, tendrá el primer lugar en todos los establecimientos. Así tendrán cuidado de darles, tan a menudo como sea necesario, instrucciones religiosas, sirviéndose del catecismo de la diócesis en que se encuentren» (Reglas de 1843, pp. 119-120).

Mujeres fieles a sus deberes religiosos: Claudina Thévenet no se contentaba con exhortar a sus alumnas a la práctica religiosa sino que ella misma las acompañaba a la iglesia para asistir a los oficios a pesar del peligro que suponía: « Cuando íbamos a Misa con las niñas, decía la Madre Fundadora, los golfillos nos apedreaban » (Positio, p. 549).

Tenemos otra prueba en el horario previsto para la Providencia: « Ante todo se había reglamentado el horaria del día. la oración, la recitación del catecismo y las instrucciones piadosas suavizaban el trabajo santificándolo... » (Positio, p. 555).

Más tarde, en las Constituciones y Reglas, edición de 1843, está previsto en la Regla de la Directora: « Si es esencial que no acceda siempre a la petición que las niñas le hagan indiscretamente para ir a confesarse más a menudo de lo que pide el Reglamento... será incluso necesario que a veces las anime a anticipar las fechas señaladas en el Reglamento, sí se da cuenta de que hay en la niña un alejamiento del sacramento de la penitencia » (Reglas de 1843, p. 276). Y luego añade: « Se abstendrá de hacerles presión para recibir la comunión, y nunca les hará reproches sobre esto... » (Ibid.). Es la Vicedirectora la que «presidirá tan a menudo como le sea posible, los ejercicios espirituales de las niñas, tales como la oración de la mañana y de la tarde, la meditación, el examen, las lecturas piadosas y la Santa Misa ». Y « es ella también quien cuidará de que las niñas estén bien preparadas antes de presentarse al sacramento de la penitencia.» (Ibid., p. 281).

Mujeres cuya fe ilumina toda su vida: « En los momentos de recreo, las niñas de la Providencia. se unían a nosotras (para la construcción de la capilla) y el pensamiento de que estábamos ayudando a construir la casa del Señor, nos daba mayores fuerzas para tan duros trabajos» (Positio, p. 471).

Una señal evidente del espíritu de fe es la actitud de las niñas ante la muerte: « Para estas pequeñas de la Providencia era como una fiesta el morir para ir al Cielo, de tal modo que la, Hermana San Antonio, su enfermera, no pudo nunca comprender que algunas personas tuvieran miedo de morir. Mis pequeñas, decía a menudo, no eran así; ellas deseaban morir para ir a ver a Dios » (Positio, p. 576).

martes, 23 de junio de 2009

Lo que maduró su corazón


Claudina se dio cuenta de que, en su situación social, no podrían gestarse comunidades fraternas mientras los hombres no rechazaran todo aquello que permanentemente los separaba y los llevaba a enfrentarse. Este clima de sospecha, enemistad y desconfianza era consecuencia de la idolatría que intentaba reemplazar a Dios por realidades engañosas y efímeras como el poder, el honor y la venganza, realidades que casi imperceptiblemente se convertían en falsos dioses en aquella sociedad. El desconocimiento o desprecio general del verdadero Dios fue lo que hizo que Claudina se descubriera enviada para ser testigo del Dios que, por su bondad, se manifiesta creando comunidad. De aquí que tuviera un único deseo: comunicar ese entendimiento de Dios que le había sido revelado.

Claudina entendió que Dios es amor y gratuidad, y percibió que sólo encontrándose con este Dios el hombre podía hallar una fuerza mayor que la del egoísmo y la de la crueldad para liberarse de ellos y dar una nueva orientación a su vida. Es decir, Claudina captó que los hombres y las mujeres de su tiempo sólo serían capaces de desterrar el odio y el resentimiento en la medida en que escucharan la palabra del Dios de bondad en sus propias vidas, pues esta era la única forma de desenmascarar a los falsos dioses y abandonarlos.

Claudina contempló el Corazón de Jesús y el de María como los lugares en los que se historizó la bondad de Dios... mostraron esa bondad, siendo ellos mismos misericordiosos con todos. Y no por simple humanitarismo, sino como traducción de sus respectivas experiencias de Dios: Padre, Bondad, Perdón.
[1]

Claudina entendió que el perdón es lo que aniquila la espiral de violencia, es también lo que restaura y dignifica al ser humano en su verdad más honda: ser imagen de Dios. Asimismo, lo impulsa a dar otro rumbo a su vida: aquel que termina con el mecanismo de autodestrucción y de descomposición social.

Claudina, como Jesús, no dejó que la maldad y la violencia hicieran presa de su corazón, la experiencia de la bondad de Dios la mantuvo libre de caer en todo aquello que corrompe la vida humana, la propia y la de los demás. Las actitudes que Claudina adoptó a lo largo de su vida fueron una continua e insistente llamada a la conversión y a la reconciliación, pues ella sabía que Dios era generoso para perdonar.

Claudina mira a su alrededor y percibe lo mismo que puede ver cualquier otra persona, sin embargo, a partir de su experiencia de Dios ella va aprendiendo a contemplar la realidad con hondura, a escuchar en los hechos cotidianos la palabra del Dios-Bondad, y a descubrirlo actuando en los acontecimientos turbulentos del presente. Es así que en la palabra de la humanidad, de la historia y de los pueblos escuchaba Claudina la palabra de Dios.

Cabe mencionar que esta visión contemplativa de la realidad se caracterizaba, a veces, por la valentía de ver lo que los demás no querían ver, y en otras ocasiones se distinguía por la capacidad de acercarse a la realidad con agudeza, ofreciendo una interpretación nueva.
[2] Ambas formas de mirar y leer la realidad las encontramos en Claudina. Ella captó que ese Dios con el que se había encontrado no era ajeno a los acontecimientos históricos por los que atravesaban su país, su ciudad, su familia y ella misma. Por ello fue capaz de conmoverse y de mirar las miserias de su tiempo como algo que le concernía personalmente, porque Dios mismo se interesaba en ellas ya que le representaban una afrenta y desdecían su misericordia y justicia.

[1] Cf. Leonardo Boff, Testigos de Dios en el corazón del mundo, Publicaciones Claretianas, Madrid 1985, 93
[2] Cf. José Luis Sicre Diaz, Profetismo en Israel, Verbo Divino, Estella (Navarra) 1992, 107s.
Documentos de Trabajo
FIDELIDAD CREATIVA

El carisma de Jesús María leído para un nuevo milenio
[1]
[1] Extractos de: Vega Pasos, Lizbeth G.; Fidelidad creativa. El carisma de Jesús María leído para un nuevo milenio. Un acercamiento al carisma de Jesús María. México D.F. 2000

domingo, 21 de junio de 2009

La bondad operante

Claudina entendió a Dios como plenitud de bondad, es decir, entendió la misericordia de Dios específicamente en su aspecto de bondad, y esto como un fuerte contraste con el ambiente de maldad que prevalecía en la época del Terror. Dios revela su ser-bondad a Claudina desde la ausencia de esa bondad.


Es necesario precisar que la bondad que Claudina percibió en Dios no se trata únicamente del eco de un instinto de bondad, sino de una bondad consciente y voluntaria que actúa en la historia.
[1] Claudina experimenta la bondad de Dios precisamente con estas particularidades, para ella la bondad es una decisión consciente y voluntaria de Dios que en el fondo implica fidelidad a sí mismo. Además es una bondad operante, es decir, que está constantemente en acción y es capaz de transformar la realidad.


La experiencia de Claudina se convirtió en un envío, en una misión que cumplir. Esta misión consistió fundamentalmente en ayudar a los seres humanos a descubrir la bondad operante de Dios en la historia.

[1] Cf. Jules Cambier y Xavier León Dufour, Misericordia, en Vocabulario de Teología Bíblica, Xavier Léon Dufour (dir.), Herder, Barcelona 1973, 543
La fidelidad creativa
Vega Pasos, Lizbeth G.; El carisma de Jesús María leído para un nuevo milenio.
Un acercamiento al carisma de Jesús María. México D.F. 2000

Queridos amigos,

Este lugar quiere ser un espacio para compartir los deseos de conocer un poco más a Claudine Thévenet,nuestra amiga querida, una santa para la Iglesia, una fundadora para su Congregación de Jesús María... acá van a poder encotrar detalles de su vida, curiosidades de su obra, y mucho de su espiritualidad. Gracias por visitar este rincón de Jesús María.

Sean bienvenidos siempre.