Los dos hermanos de Claudina habían empuñado las armas bajo las órdenes del general Précy, contra los jacobinos, en defensa de la ciudad. Verdaderamente trágica y angustiosa fue la noche del 24 al 25 de agosto, pero los hermanos de Claudina se salvaron incólumes.
El 9 de octubre las tropas del general Doppet entraron en la ciudad y los «convencionales» prepararon su venganza que fue más sangrienta que el asedio. Los hermanos de Claudina fueron encarcelados. La misma suerte le tocó el 23 de noviembre a Luis Guyot, su tío materno, aunque no había tenido ninguna participación en la lucha. Cuando la familia supo el encarcelamiento, hizo todo lo posible para aliviar su situación y procurarles la libertad.
Claudina, de 19 años, comenzó a poner en práctica una serie de arriesgadas obras de caridad visitando a los encarcelados, proporcionándoles alimentos, vestidos y todos los consuelos a su alcance, sirviéndose para ello de los más variados medios y disfraces. En ocasiones tuvo que soportar soeces burlas.
Luis Guyot fue ejecutado el 21 de diciembre de 1793. Claudina continuó prodigando los consuelos posibles a sus padres y a los encarcelados, especialmente a sus hermanos y a los sacerdotes que estaban con ellos y recibieron su última confesión.
POSITIO
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